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Santa Cruz, 10 de octubre de 2020

Juan Carlos Marañón A.Especial para Boya.News

Página Siete dio una cátedra de como no hacer periodismo al publicar un artículo plagado de errores y después corregirlo, manteniendo varios fallos de contenido e interpretación, sin mencionar ni explicar las razones de sus graves equivocaciones.

A las irregulares acciones del matutino calza el dicho popular “pa’ peor la mejoría” porque primero publicó una información con el título: “40 analistas eligen a Mesa como ganador del debate”. Horas después cambió el título: “De 40 analistas, 69% elige a Mesa como ganador del debate”.

En la primera y en la segunda publicación, el periódico mantiene sus tortas porcentuales que informan de 42 analistas y personalidades consultadas, pero volvió a publicar los nombres de 41 personas, alterando su universo muestral y minando aún más la credibilidad del sondeo que realizó.

Pese a su “corrección” silenciosa, los graves errores quedaron registrados en su portada del 5 de octubre de 2020, en la que Página Siete titula: “40 analistas ven a Mesa como el ganador y a Arce como el perdedor”, dejando en twitter la prueba del error. Un título falso que viola su propio código de ética y varios artículos de todos los códigos de ética de las organizaciones de la prensa de Bolivia.

“El diario publicará una fe de erratas cada vez que se publique una información con error. Lo hará sin eufemismos ni ambages”, manda el acápite 2.7 del “Código de Ética de Página Siete”, incumplido por el matutino que introdujo la correción con eufemismos y ambages en la nota publicada en su web.

También violó los parágrafos: 1; 3; 4; 5; 9 y 16 del Código de Ética de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), que auspició el “Debate Presidencial Bolivia 2020”, referidos a la exactitud de la información, imparcialidad, equidad y equilibrio; rectificar los errores aúnque no haya reclamos y que los títulos deben reflejar los contenidos de los textos.

En el mismo artículo, el matutino mal informa al afirmar que “Luis Arce (candidato del MAS), horas antes de realizarse el evento, canceló su asistencia con el argumento de que tenía una entrevista en un medio televisivo”.

Esa afirmación es desmentida por publicaciones del mismo medio que no informaron que Arce aceptó asistir al encuentro, previsto para el domingo 4 de octubre del 2020, por el contrario reportaron el 2 de octubre “la negativa del candidato del MAS a estar presente en el debate organizado por multiples organizaciones”.

Incluso en el mismo artículo, citan declaraciones del “escritor y periodista Robert Brockman”, quien afirma: “el gran perdedor fue Luis Fernando Camacho, candidato de Creemos, por su ausencia, igual que Arce. De Arce se esperaba o se sabía que no iría, pero ¿perdió? Su electorado no es de los que se dejan persuadir en un debate…”.

Sin rubor, Página Siete, una vez más, pretende tapar otro error que devela su intencionalidad de favorecer a un candidato, pese a que en su declaración de principios se autocalifica “periodísticamente independiente”.

El hecho de que la web permita hacer cambios y borrar las versiones anteriores no libra a los medios de ser responsables de la información que publican, es eso precisamente lo que al medio y al periodista les diferencia de cualquier persona que publica lo que le parece en los diferentes formatos de las redes sociales. He ahí la importancia de estas formas de actuación de Página Siete.

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